viernes, 28 de marzo de 2008

Con cara de palo

Hay que tener cara de palo para públicamente apoyar a un marido que en un par de años gastó 80 mil dólares en prostitutas. Selda Spitzer, la esposa del gobernador de Nueva York, la tiene. Hillary Clintó que se mantuvo y se mantiene al lado del esposo después de tantas mujeres que pasó y repasó también.
Ya es bastante doloroso que a una le pongan los cuernos, y que toda la familia, el barrio y los del trabajo se enteren. Ahora ni imaginar cómo será agregarle a eso que The New York Times lo publiqué.
De estas actuaciones podemos desprender que hay detrás una santa, una completa tonta o una persona de sangre helada que está dispuesta a plantar la mejor cara posible y después cobrársela.
Me pregunto, ahora que cada vez más mujeres tienen puestos de poder ¿cuántos hombres serían capaces de soportar una infidelidad de esta manera tan pública y con la misma cara de palo?

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